sábado, 19 de septiembre de 2015

AXIOLOGIA

Termino precedente del griego “Axios” (Lo que equilibra, lo digno) y “Logos” (Tratado, doctrina) y remite al estudio o doctrina de lo digno, de los valores.

La axiología es una rama de la filosofía, que tiene por objeto de estudio la naturaleza o esencia de los valores y de los juicios de valor que puede realizar un individuo. Por eso, es muy común y frecuente que a la axiología se la denomine “filosofía de valores”. La axiología, junto con la deontología, se constituyen como las ramas más importantes de la filosofía que contribuyen con otra rama más general: la ética.
La axiología se aplica también a otros ámbitos como el Derecho y la Pedagogía, en el que aparecen temas de carácter axiológico. En ocasiones se utilizan los términos Filosofía de los valores y Teoría de los valores.
Paul Lapie fue el primero en usar el término “Axiología” en el Siglo XX, Y luego Von Hartman unos años después tomo el concepto de Lapie para fundamentar sus estudios y consolidar la axiología como una disciplina ya no como término, sino como una disciplina independiente y autónoma de la filosofía y en particular, de la ética.



AUTORES DE LA AXIOLOGÌA


Platón
Es un filósofo griego que nació en Atenas, 427 - 347 a. C. la obra de Platón, radicalmente novedosa en su elaboración lógica y literaria, estableció una serie de constantes y problemas que marcaron el pensamiento occidental más allá de su influencia inmediata, que se dejaría sentir tanto entre los paganos (el neoplatonismo de Plotino) como en la teología cristiana, fundamentada en gran medida por San Agustín sobre la filosofía platónica.
Nacido en el seno de una familia aristocrática, Platón abandonó su inicial vocación política y sus aficiones literarias por la filosofía, atraído por Sócrates. Fue su discípulo durante veinte años y se enfrentó abiertamente a los sofistas (Protágoras, Gorgias).
los trabajos de Platón se han conservado casi completos. La mayor parte están escritos en forma dialogada; de hecho, Platón fue el primer autor que utilizó el diálogo para exponer un pensamiento filosófico, y tal forma constituía ya por sí misma un elemento cultural nuevo: la contraposición de distintos puntos de vista y la caracterización psicológica de los interlocutores fueron indicadores de una nueva cultura en la que ya no tenía cabida la expresión poética u oracular, sino el debate para establecer un conocimiento cuya legitimación residía en el libre intercambio de puntos de vista y no en la simple enunciación.

Platón en la axiología
El propio Platón, que hace sinónimos valor y ser. En La República, este pensador de la Antigüedad afirma que el Bien es el máximo valor, es decir, aquello a lo que aspira todo. Lo define un tanto oscuramente como el supremo garante del orden en la realidad, siendo el modelo que hombre y sociedad han de perseguir para su perfección. Los valores, según esto, serían los modelos reales que copia nuestro mundo sensible.
Su captación, sin embargo, nos resulta complicada, requiriendo un talante especial y gran esfuerzo. Por eso, el gobierno de la Ciudad Ideal se encarga a los filósofos. Basta, eso sí, con conocer lo bueno para aspirar a ello y desearlo, ya que no se concibe que algo tan excelente pueda no ser deseado por quien lo vislumbra. Todo esto conlleva que el proceso educativo ha de apuntar a ese ideal, por el cual el hombre alcanza su perfección. La educación sería la actividad que pretende lograr la esencia del ser humano, que no es sino la realización en él de una serie de valores o metas ideales.
En relación con la naturaleza de esas metas o ideales que hemos definido como valores, Platón afirma que son, como hemos visto, objetos reales. Los valores serían ideas platónicas. A esta concepción ya se opusieron los sofistas, que con su teoría psicologicista de los valores adoptaron una perspectiva relativista. En este debate se planteaba con siglos de antelación la moderna disc usión acerca de la naturaleza de los valores.

Max Scheler.
Max Ferdinand Scheler; Munich, 1874 - Frankfurt, 1928 Filósofo alemán. Profesor en Colonia (1919) y en Frankfurt (1928), se adscribió a la corriente fenomenológica de Husserl. En una primera etapa criticó la ética formalista kantiana desde la tesis de que todo juicio moral se basa en una asunción intuitiva de valores materiales que no se puede traducir a una regla racional. Su obra más representativa de este período es El formalismo en la ética y la ética de los valores materiales (1916).
Max Scheler llevó a cabo los estudios secundarios en un instituto de su ciudad natal, y frecuentó luego los cursos de filosofía en las universidades de Berlín, Heidelberg y Jena, donde en 1899 se doctoró con una tesis acerca de los principios lógicos y éticos. En 1901 publicaba ya un texto notable, Lo trascendental y el método psicológico
Scheler en la axiología.
Max Scheler (1875-1928) llevó las precisiones hasta el punto de diferenciar el bien y el valor. El criticó a Kant por no haber logrado hacer esto y señaló que los bienes son cosas que poseen valor, mientras que los valores son esencias en sentido husserliano, es decir, son aquellas cualidades gracias a las cuales las cosas se convierten en bienes. Así, por ejemplo, una máquina es un bien, y el valor es su utilidad; una pintura es un bien causado por el valor de la belleza, de la misma manera que una ley es un bien gracias al valor de la justicia. De esta forma, los bienes son hechos, mientras que los valores son esencias.
Scheler piensa que el hombre vive rodeado de valores, y que éstos, en tanto esencias, no pueden ser objeto de análisis teórico, sino de intuición sentimental o emocional. Mediante la intuición sentimental el hombre es capaz de captar tanto los valores como la jerarquía existente entre ellos, que son a su vez encarnados por una persona o modelo (tipos). Para ilustrar mejor sus ideas, nos propone el siguiente modelo de jerarquización axiológica :
Tipos de valores Persona o modelo
1. Valores sensibles (alegría-pena; placer-dolor) --------- Vividor.
2. Valores de la civilización (útil - perjudicial) ------------- Técnico.
3. Valores vitales (noble – vulgar) ---------------------------- Héroe.
4. Valores culturales o espirituales --------------------------- Genio.
a) estéticos (bello - feo) ------------------------------------- Artista.
b) Ético – jurídicos (justo - injusto) ------------------------Legislador.
c) Especulativos (verdadero – falso) -----------------------Sabio.
5. Valores religiosos (sagrado – profano) -------------------- Santo.
Esta jerarquía le es dada al hombre a través de la intuición emocional. La concepción de Scheler es un tanto irracionalista por cuanto niega que los valores puedan ser captados por la razón, aunque reconoce que el carácter objetivo de estos resulta evidente a la intuición emocional. Su propuesta jerárquica es muy rígida: los valores sensibles son considerados siempre inferiores a los religiosos, de manera absoluta.

Immanuel Kant
Immanuel Kant nació en 1724 y murió en 1804, filósofo alemán, considerado por muchos como el pensador más influyente de la era moderna.Kant se educó en el Collegium Fredericianum y en la Universidad de Königsberg. En la escuela estudió sobre todo a los clásicos y en la universidad, física y matemáticas. Tras la muerte de su padre, tuvo que abandonar sus estudios universitarios y ganarse la vida como tutor privado. En 1755, ayudado por un amigo, reanudó sus estudios y obtuvo el doctorado. Después, enseñó en la universidad durante 15 años, y dio conferencias primero de ciencia y matemáticas, para llegar de forma paulatina a disertar sobre casi todas las ramas de la filosofía.
La piedra angular de la filosofía de Kant, a veces llamada filosofía crítica, está recogida en su Crítica de la razón pura (1781), en la que examinó las bases del conocimiento humano y creó una epistemología individual. Al igual que los primeros filósofos, Kant diferenciaba los modos de pensar en proposiciones analíticas y sintéticas. Una proposición analítica es aquella en la que el predicado está contenido en el sujeto, como en la afirmación 'las casas negras son casas'. La verdad de este tipo de proposiciones es evidente, porque afirmar lo contrario supondría plantear una proposición contradictoria. Tales proposiciones son llamadas analíticas porque la verdad se descubre por el análisis del concepto en sí mismo. Las proposiciones sintéticas, en cambio, son aquellas a las que no se puede llegar por análisis puro, como en la expresión 'la casa es negra'. Todas las proposiciones comunes que resultan de la experiencia del mundo son sintéticas.
Las proposiciones, según Kant, pueden ser divididas también en otros dos tipos: empírica, o a posteriori, y a priori. Las proposiciones empíricas dependen tan sólo de la percepción, pero las proposiciones a priori tienen una validez esencial y no se basan en tal percepción. La diferencia entre estos dos tipos de proposiciones puede ser ilustrada por la empírica 'la casa es negra' y la a priori 'dos más dos son cuatro'. La tesis de Kant en la Crítica consiste en que resulta posible formular juicios sintéticos a priori. Esta posición filosófica es conocida como transcendentalismo. Al explicar cómo es posible este tipo de juicios, Kant consideraba los objetos del mundo material como incognoscibles en esencia; desde el punto de vista de la razón, sirven tan sólo como materia pura a partir de la cual se nutren las sensaciones. Los objetos, en sí mismos, no tienen existencia, y el espacio y el tiempo pertenecen a la realidad sólo como parte de la mente, como intuiciones con las que las percepciones son medidas y valoradas.


Kant e la axiología
Decíamos que lo ideal se caracteriza por su no realización, pues de lo contrario sería real. ¿Cuál es entonces su función? La explicación es clara, mientras que lo real existe en la experiencia, es algo fáctico, lo ideal no existe en la experiencia, sino que su lugar es el pensamiento, como guía o modelo para la experiencia. El mundo de las ideas no es la realidad física sino la realidad del pensamiento. Por ejemplo, la casa ideal y la casa real son muy diferentes (como el amor ideal y el real). Entre ambas hay una diferencia cualitativa, pero la casa-idea sirve de modelo y guía para la casa-cosa. Y esta es precisamente a naturaleza de los principios morales. Los ideales morales, son ideales, es decir, modelos al que debemos ajustar nuestra conducta. Por se decíamos que el problema de la moralidad no es el de la realidad de nuestra conducta, la que de hecho es, pues sería real, sino la que debe ser. Por lo tanto, en la razón práctica no se trata de juicios de hecho sino de lo que Kant llama imperativo categórico, que no es otra cosa que juicios de estructura similar a los de hecho, sujeto más predicado, pero unidos no con ser sino con deber ser. Por ejemplo, un juicio del tipo "los hombre son razonables" es de hecho; pero si dijéramos "los hombre deben ser razonables" sería un juicio moral. En primer caso, ya son razonables. En el segundo, no. Si la base de la razón teórica es la experiencia, la de la razón práctica son las ideas entendidas como reglas para la experiencia. Mientras que los conceptos son nociones de algo, las ideas son nociones para algo, para una finalidad, que en el caso de la conducta es la realización de un ideal o principio moral. Así pues, el conocimiento moral se formula en imperativos categóricos, juicios del deber ser.
Kant arroja un dualismo en el que el reino de los fines y del valor se distancia del de los juicios teóricos. Propugna, además, una ética sin, llamada formal, frente a las éticas materiales de naturaleza prescriptivas.. Lo único que nos movería a actuar moralmente sería el puro deber, independientemente de la utilidad o satisfacción de lo. En este sentido, habría que someterse al denominado por él “imperativo categórico", mandato general de la razón que en sus diferentes formulaciones viene a decir que actuemos como quisiéramos que todo el mundo actuara con nosotros. Esto no es algo con realidad propia y definida, sino un ideal qué reside en nuestra subjetividad racional. Recordemos que toda la filosofía de Kant trata de los límites del hombre y concluye su imposibilidad para acceder a supuestas realidades absolutas (como eran los valores para Platón). Los ideales o los valores corresponden a la subjetividad del hombre. Son sus ideas (siempre relativas al propio ser humano) las que orientan y determinan la conducta.

Platón, Kant y han tratado, pues, de los valores; más la problemática axiológica se plantea con especial relevancia en la polémica decimonónica entre el subjetivismo y el objetivismo. Estas posturas representan dos respuestas distintas acerca de la naturaleza delos valores. La primera ubica el valor en el ámbito de la fisiología y psicología del individuo que valora, mientras que la segunda considera su existencia independiente del sujeto y Scheler está en contra de lo que dice Kant dice que los valores tienen que ver con los sentimientos y solo depende de lo que siente cada persona.

PROBLEMAS DE LA AXIOLOGIA

Hay muchos problemas en la axiologia los mas relevantes  son 
A) Conocimiento del valor
B) El ser del valor
C) Fundamentación del valor
D) Valores objetivos o subjetivos

A)El problema del conocimiento del valor
Esta ligado a los problemas generales del conocimiento, es decir: “la inteligencia capta al ser en el acto de conocimiento”, el valor aparece a todos los filósofos como algo captable e investigable por la vía intelectual; hasta antes de Descartes, cuando a raíz de la duda metódica, primero, y de la crítica kantiana, después, se invierte el orden de la relación cognoscitiva hasta convertir la función del conocimiento en una operación absolutamente inmanente, privándola de su capacidad ontológica y sosteniendo que la inteligencia no capta ni puede alcanzar al ser; entonces el valor, se convierte en:

Si el valor es algo que se da:

En algo que es negado al mismo tiempo que el ser.

En algo que es captable por vías distintas de las lógicas (intuición emocional, orden del corazón, etc.)

Si el valor no es dado sino puesto por el sujeto,
1.- Es puesto por el juego normativo de las leyes trascendentales del sujeto (posición kantiana)
2.- Es puesto por la función mistificante de la sociedad (Sociologismo)
3.- Es puesto por el proceso psicológico del sujeto vulgar y su circunstancia. (Psicologismo científico) o por el anhelo del Super-yo (Psicologismo analítico)

B) El ser del valor .
Conviene aquí la preguna clásica del pensamiento filosófico ¿Que cosa son los valores? Mientras el ser es para la filosofía clásica algo real, que se da al pensamiento y este los descubre y que lejos de ser constituido por el sujeto pensante, es el objeto dado en la relación cognoscitiva. ser y valer .

Cuando más tarde Kant fundó la cultura no en la acción del hombre sobre el ser natural sino en el sujeto trascendente, desprendiéndolo del orden ontológico, el valor se convirtió en una proyección de la persona humana o de la sociedad, según unos, o finalmente, según otros, en un objeto irreal perteneciente a un mundo aparte de entes irreales, inmateriales, universales, intemporales y subsistentes por sí.

En realidad han existido en el campo de la Filosofía las más diversas posturas respecto a la naturaleza del valor, pues mientras unos lo cosifican hasta asignarle una entidad si no material si psíquica, otros lo convierten en una pura proyección desiderativa del sujeto concreto, sin más entidad axiológica que la que le asigna el sujeto por cuyo deseo y para cuya voluntad vale algo, aunque ese algo sea quimérico. Según esta última postura no apreciamos el ser porque vale, sino que vale porque lo apreciamos.

C) El fundamento del valor.
 Siguiendo el esquema anterior, el valor se fundó primeramente en el orden ontológico. La clásica idea de Platón fundando todo en su Idea de Bien y -Aristóteles remontando toda perfección al Acto Puro ya la Causa Incausada, y Pocos siglos después de estos pensadores con el advenimiento del cristianismo nos ofrece el concepto de un Dios personal que se inclina amoroso y providente sobre un mundo que viene de Él y a Él retorna. Los pensadores cristianos incorporaron la tradición filosófica griega al mensaje cristiano de lo que resultó una cosmovisión que desde el punto de vista de la Axiología es, sin duda alguna, una de las más ricas de cuantas se han producido.

Al mundo del ser se le asigna un valor superior a todo lo que podría sospechar el simple análisis racional de los entes. Estos valen ya por el mero hecho de ser, lo que se llama el valor ontológico del objeto, valen más por el destino a donde conducen que por su valor intrínseco, o por la forma inmanente en ellos. Todo el orden del ser y el mismo devenir están iluminados por el SER. Lo natural sólo cobra su verdadero e integral sentido cuando es analizado a la luz de los valores sobrenaturales, bajo cuya visión hasta el dolor pierde sus anti-valor de tragedia y adquiere un sentido.

El fundamento de origen y el fin de todo el orden del valor se encierran para el filósofo cristiano en Dios, a cuya luz y por cuya revelación los mismos valores naturales aparecen sublimados, manifestando un rango insospechado en función de otros valores que, esos sí, sólo son captables y apreciables bajo la luz de la Fe.

Cuando Kant, analiza las pruebas de la existencia de Dios, llega a la conclusión de que al fondo del argumento anselmiano, hay un paso equívoco del orden posible al real, que invalida por igual todas las pruebas de la existencia de Dios.

Entonces una gran parte de los pensadores sostienen que ha de excluirse toda fundamentación del valor en el Ser Supremo e inclusive en el Bien a la manera platónica y que todo fundamento debe encontrarse en el centro mismo del hombre considerado como persona. Con estas ideas se va desde Kant, pasando por todos los empirismos, relativismos y psicologismos hasta las posturas de considerar la posibilidad de la eliminación de Dios por el súper hombre.

Hay que recordar que el mundo de los valores es el único que da sentido a la vida humana, y que pese a las afirmaciones teoréticas de las ciencias positivas, seguirán siendo el centro en torno al cual gravite naturalmente toda la humanidad. Porque finalmente, la vida se vive según la naturaleza propia de la persona, sin embargo la mentalidad se alimenta de las razones teoréticas y es aquí donde los actuales sistemas axiológicos con su radical falta de fundamentación no sólo de los valores, sino también de la Axiología misma como ciencia, han confundido las razones que dan sentido a la acción humana.

Para que la Axiología sea posible como ciencia se requiere que presente un objeto unitario a investigar. Esto presupone que exista entre las distintas categorías de lo que llamamos valores (Verdad, Bien, Belleza, etc.) un elemento común capaz de ser la formalidad propia de la Axiología con independencia de las formalidades específicas de la Ética, la Teoría de la Belleza, la Religión, etc.

El único camino por el cual es posible esta tarea es el de la abstracción, el cual ha sido repudiado definitivamente por la crítica kantiana y por las teorías gnoseológicas subsiguientes, hay por lo tanto que emprender de nuevo el camino hacia las teorías del ser-valer, a través de la racionalidad.

D) Valores objetivos o subjetivos
Si bien no es fácil reducir a términos sencillos la constelación de problemas que preocupan hoy a los axiológos, el núcleo de la cuentitos puede encerrarse en la pregunta ¿Tienen las cosas valor porque deseamos o las deseamos porque tienen valor? ¿Es el deseo , el agrado o el interés lo que confiere valor a una cosa o por lo contrario sentimos tales preferencias debido a que dichos objetos poseen un valor que es previo y ajeno a nuestras reacciones psicólogicas u orgánicas?
Tal planteamiento exige una previa aclaración terminología que nos impiden caer en una disputatio de nomine .El valor objetivo si existe independientemente de un sujeto o una conciencia valoraría; a su vez será subjetivo si debe su existencia su sentido o su validez a reacciones ya sean fisiológicas o psicológicas, del sujeto que valora
  • ¿A cuál de las dos se aproxima más la belleza para tomar un valor concreto? ¿Se aproximara a las cualidades como la extensión que no dependen del sujeto?
  • ¿Qué  valor podría tener los objetos si nos resultaran indiferentes, si no nos produjeran ninguno goce o satisfacción, si no los deseáramos ni pudiéramos desearlos?
  • ¿Qué sentido tendría la existencia de los valores que escaparían a toda posibilidad de ser apreciados per el hombre? ¿Cómo sabríamos que existen si estuvieran condenados a mantenerse fuera de la esfera de los valoraciones humanas?
  • ¿Que habríamos que valorar?
  • ¿Quién deja de valorar la utilidad, preferir lo agradable o estimar la honestidad?
  • ¿Dónde está el valor de los sellos de correos? ¿Hay algo en la calidad del papel o en la belleza del dibujo o en la impresión que explica el valor que tienen?


LA AXIOLOGIA ESTUDIA LOS VALORES .....¿QUE SON LOS VALORES ?

Los valores son principios puestos y estudiados a lo largo de la historia de la humanidad que orientan nuestro comportamiento, conocimiento y percepción con fin de “realizarnos como personas”. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro aunque también son fuente de satisfacción y plenitud.
Nos proporcionan una pauta para proponernos  metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes.
Los valores se refieren a las necesidades principalmente humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones. Su importancia no depende de las circunstancias. Por ejemplo, aunque seamos injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad.
Los valores valen por sí mismos. No necesitan de medios externos para valer, son importantes por lo que son, lo que significan, y lo que representan, y no por lo que se opine de ellos.
Los valores, las actitudes y las conductas están estrechamente relacionados. Cuando hablamos de actitud nos referimos a la disposición de actuar en cualquier momento, de acuerdo con nuestras creencias, sentimientos y valores. Se traducen en pensamientos, conceptos o ideas, pero lo que más apreciamos es el comportamiento, lo que hacen las personas y muchas veces también como lo hacen. Una persona valiosa es alguien que vive de acuerdo con los valores en los que cree. Ella vale lo que valen sus valores y la manera cómo los vive.
Pero los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa.
Quizás por esta razón tenemos la tendencia a relacionarlos según reglas y normas de comportamiento, pero en realidad son decisiones. Es decir, decidimos actuar de una manera y no de otra con base en lo que es importante para nosotros como valor. Decidimos creer en eso y estimarlo de manera especial.
Al llegar a una organización con valores ya definidos, implícitamente asumimos aceptarlos y ponerlos en práctica. Es lo que los demás miembros de la organización esperan de nosotros.
En una organización los valores son el marco del comportamiento que deben tener sus integrantes, y dependen de la naturaleza de la organización (su razón de ser); del propósito para el cual fue creada (sus objetivos); y de su proyección en el futuro (su visión). Para ello, deberían inspirar las actitudes y acciones necesarias para lograr sus objetivos.
Es decir, los valores organizacionales se deben reflejar especialmente en los detalles de lo que hace diariamente la mayoría de los integrantes de la organización, más que en sus enunciados generales.


Los valores, al contrario de muchos fenómenos en la humanidad, no necesitan ausencia de su contrario para ser valores, es decir, cada valor tiene su contraparte. No es como la oscuridad, que en si, la oscuridad es solo la ausencia de luz. En el caso de los valores, asi como existe la belleza, existe la fealdad, asi como la injusticia, la justicia; por cada valor, hay otro u otros que se contraponen a ese mismo, sin que sea afectado

APLICACIÒN EN LA VIDA COTIDIANA


La Axiología se ha convertido en una rama específica del saber, lo cual sería imposible si nos valores fueren apreciaciones subjetivas. El problema reside en la constitución de los valores, que al ser cualidades de sentido, se relacionan con una conciencia.

Sin embargo esta relación no es caprichosa, sino que obedece a una estructura lógico-emotiva, propia del siquismo humano, que todos poseemos y que reacciona de la misma forma ante las mismas cualidades de sentido que nos brindan las cosas. Ahí reside la objetividad de los valores. 


Los valores materiales, inferiores o sensibles son: 

Valor de agrado o hedónico. El que produce placer o agrado: un alimento agradable, una caricia, un perfume, cumplir un deber etc.

Valor de vida o vital. Es aquel cuyo portador es la vida en sentido natural, sea entendida en forma biologista o en forma vitalista, concretamente al hombre con todas sus potencialidades, tanto de orden sensible, como de orden racional: la salud, la sensación de bienestar, emoción ante un ser 

querido, etc. 

Valor de utilidad.Coincide con el valor económico. Puede tomarse en dos sentidos: cuando sirve para satisfacer nuestras necesidades como, comida, vestido, habitación, etc. Y cuando se refiere a los medios que sirven para producir los bienes que sirven para consumirse, como el trigo, el molino, el horno, que sirven para producir el pan; la tela, hilo, etc., para producir un vestido.

Los valores espirituales o superiores son:

Valor lógico. Es aquel que se refiere a la búsqueda de la verdad, como la investigación científica, cultural, religiosa, etc 


Valor estético. Se refiere a la belleza en sentido amplio, en sus diversas manifestaciones, como la armonía de las partes de un todo, la disposición de las flores de un ramo, etc. Este valor es propio de las personas y de las cosas. Se percibe en forma inmediata. Y no posee fuerza obligatoria, puede ser captado o no.

Valor ético o bien moral. Se refiere a las categorías de lo bueno y lo malo para ordenar el comportamiento humano; tiene carácter de obligatoriedad en cualquier sociedad, aunque difieran las normas concretas: el matrimonio monogámico, el respeto a la persona, la justicia etc.

Valor religioso. Se refiere a las relaciones del hombre con la divinidad, cualquiera que sea su concepción de ella, como un acto de culto, una ofrenda como acto de agradecimiento al Dios, etc.